Roberto Peña Rodríguez, gerente de la ESE de Hatillo de Loba, en el sur de Bolívar, se encontraba el 9 de octubre desempeñando las funciones propias de su cargo, cuando comenzó a recibir llamadas de algunos conocidos, sorprendidos por la decisión que supuestamente había tomado: renunciar a su cargo.

Confundido con lo que escuchaba, Roberto manifestó que él no había tomado alguna decisión de ese tipo.

Sin prestar mayor atención a lo que asumió como un rumor, el gerente del hospital siguió con su trabajo y, en horas de la tarde de aquel ese mismo lunes, se dirigió hacia la sede del Banco de Bogotá en el municipio de El Banco, donde reposan las cuentas del hospital. Sin embargo, la entidad bancaria le bloqueó el acceso.

"Para mi sorpresa, el asesor del Banco de Bogotá sucursal de El Banco magdalena se niega a entregarme información porque manifiesta que le radicaron unos documentos donde aparecía una carta de renuncia firmada por mí y, así mismo, un decreto de nombramiento a la señora Maylen Currea  como gerente encargada”.

Mientras esto sucedía, la nueva gerente ya se estaba posesionando en el aparente cargo usurpado. Pese a no ser funcionaria del hospital, ingresó acompañada de la policía, violentó las cerraduras de los despachos y cambió las guardas, manifestando que “en el lugar ahora mandaba ella”.

“En ningún momento la señora Currea presentó documento alguno a secretaría de gerencia que acreditara tal nombramiento”, recalcó el confundido gerente.

En un último intento por tener claridad sobre su situación, el gerente Peña narra que se dirigió al despacho de la alcaldesa de Hatillo de Loba, Maryolis Isabin González Amaris, –por recomendación de un abogado– para notificarse sobre el supuesto acto administrativo que confirmaba su salida y nombraba a la nueva gerente.

“Al ir los días martes 10 y miércoles 11 de octubre, la alcaldesa se negó rotundamente a hacer entrega del mismo, y lo que hico fue enviarme a su escolta para que me retirara de su despacho. En ambos casos dejé constancias ante la Personería Municipal, pero, al día de hoy, tampoco he recibido respuesta de esa entidad”, dice.

“La alcaldesa quería coger la ESE de caja menor”

Consultado por Seguimiento.co (medio aliado de Zona Cero), el funcionario –que actualmente vive en un limbo por no poder siquiera entrar al hospital– aduce que esta decisión de la alcaldesa se debe a que él no ha querido acceder a “sus pretensiones económicas y políticas”.

“Puedo jurar por mis hijas que yo no he escrito renuncia alguna. Si existe dicho documento, es falso. (Ella, la alcaldesa) quería tomar el hospital como una caja menor. Ese es el famoso cuento de todos los alcaldes con los gerentes”, dice Peña, quien manifiesta que la ESE de Hatillo recibe ingresos de 100 a 120 millones de pesos mensuales, los cuales se gastan en el sostenimiento de la nómina, los contratistas y los insumos médicos.

Este medio digital consultó a la alcaldesa, pero al momento de esta publicación, no había dado una respuesta. 

Entretanto, el gerente de la ESE de Hatillo de Loba sigue sin poder entrar a su propio despacho. Sigue gerenciando sin poder gerenciar.